jueves, 26 de enero de 2012

Chistes de amigos
























Va un señor por la calle con una cabra sujeta por una cuerda, se encuentra con un amigo y éste le dice: ¿Dónde vas con ese cerdo?
A lo que el otro le contesta: ¿No ves que no es un cerdo, que es una cabra? Y el otro le dice: Perdona, estoy hablando con la cabra.

Dos amigos...yo no sé qué me pasa, que me gustan todas las mujeres menos la mía. ¡Bah! No te preocupes que a mí me pasa lo mismo, me gustan todas las mujeres menos la tuya.

Dos amigos van por la calle, cuando de repente uno de ellos se para y exclama: ¡Cielos! ¡Mi mujer y mi amante vienen charlando juntas hacia aquí! Su amigo le mira con cara de estupefacción y le dice: ¡Caramba! ¡Yo iba a decir lo mismo!

Estaban dos amigos y uno le decía al otro: Oiga tío, por qué mi negocio no funciona. Y el tío le pregunta: ¿Pusiste letreros? Puse letreros, le responde. ¿Pusiste ofertas? Puse ofertas. ¿Pusiste propagandas? Puse propagandas.
Entonces, qué es lo que pasa, vamos a ver... Letreros, propaganda, ofertas, serás tonto...sastrería se escribe con ¨s¨ no con ¨c¨.

En un velatorio, un amigo del difunto se acerca a la viuda y le dice: Lo siento señora, lo siento La señora responde: No gracias, déjelo acostadito mejor...

Yo tenía un hermano tan tonto, pero tan tonto, que encontró trabajo de taxista y, un día se subió un tipo y le dijo: Llévame donde haya mujeres que quieran salir. Y el tonto de mi hermano lo llevó a la cárcel de mujeres.

En una reunión en casa de unos amigos, una dama le pregunta a otro invitado: ¿Qué edad me calcula usted? Y él responde: Si me fijo en su cutis, 18 años. Su cabello me dice que tiene 17. Los ojos corresponden a una muchacha de 20...
La dama, encantada, comenta: ¡Oh! ¡Que amable es usted! Pero él continúa diciendo: ¡Un momento, aún me falta sumar!

Habían tres amigos que se llamaban Tonto, Nadie y Ninguno. Tonto va y le dice al policía: Nadie se cayó al pozo y Ninguno lo está ayudando. Entonces el policía le responde: ¿Usted es tonto? Sí, ¡Mucho gusto!

Tres amigos están discutiendo sobre la cosa más rápida del mundo: El primero dice: Yo creo que la cosa más rápida del mundo es el rayo; cuando cae del cielo, baja tan rápido que ni los ves.
El segundo dice: Yo creo que la cosa más rápida es la luz, porque cuando llegas a tu casa y le aprietas el interruptor para encenderla, pulsas y al instante, sin darte cuenta esta encendida.
Y el tercero sentencia: Pues yo creo que hay otra cosa más rápida que el rayo y la luz. Los otros dos preguntan: ¿Y cuál es? La diarrea. Una noche estaba en el campo y de pronto se me retorció el estómago; salí para mi casa como un rayo y cuando encendí la luz, ya me había cagado